El Aquarium de Es Cap Blanc, a las afueras de Sant Antoni, próximo a la carretera de Cala Gració, ocupa una gruta marina también conocida Cova de ses Llagostes o Cova des Vell Marí. Con este último nombre se denomina en ibicenco a las focas monje, que en el pasado se refugieron en ella. El nombre de ses Llagostes obedece a que durante décadas se utilizó para conservar los excedentes de langosta que los pescadores no podían vender. El interior de la cueva, que está conectada al mar mediante cinco pequeñas entradas, funciona como un vivero gigante donde se conservaban vivos estos crustáceos hasta que volvía a crecer la demanda, exportándolos también a Palma, Barcelona y otros puertos de la península.
La cueva tiene una extensión de unos 370 metros cuadrados y está atravesada por una pasarela sobre el agua, que permite observar las principales especies del mar pitiuso, como meros, langostas o rayas, entre muchas otras. El acuario se fundó en 1989 y también alberga el Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREM), por lo que es frecuente encontrar algún animal en observación, antes de ser devuelto al mar. Los más habituales son las tortugas marinas. Junto al Aquarium hay una pequeña terraza literalmente pegada al mar, donde se puede tomar algo. En las noches de verano, varios días a la semana, se organizan unas populares sardinadas.