Uno de los paisajes más pintorescos y recónditos de la costa pitiusa lo compone esta antigua cantera de piedra arenisca, situada en el entorno de Cala d’Hort, bajo el acantilado que corona la torre de defensa des Savinar. Parte de las murallas renacentistas de Ibiza fueron construidas con los sillares que aquí tallaban los canteros y que se trasladaban a la capital por mar.
Su labor dejó una costa recortada, que en algunas zonas se llena de agua, formando piscinas de agua salada. Dado que parecen las ruinas de una antigua ciudad, los hippies que en el siglo pasado se establecieron en una cueva cercana rebautizaron el lugar como “Atlantis”, aunque su verdadero topónimo es Pedrera de Cala d’Hort. Desde tierra, requiere descender por un acantilado con dunas de arena, apto solo para personas con buena condición física.