El ciclo de tertulias ‘Xerrades Essencials’ regresó el viernes, 19 de enero, a Es Nàutic, con la presentación del libro ‘Galiotes! Una batalla oblidada’, editado por la Associació Marítima Cultural d’Eivissa y Formentera (AMCEF), que acabó derivando en una conferencia interesantísima sobre los tiempos en que la costa de Ibiza era azotada por corsarios turcos y berberiscos. La ofrecieron los historiadores Antoni Ferrer Abárzuza (coordinador del libro) y Antoni Tur Torres, y el arqueólogo Marcus Heinrich Hermanns, tres de los autores del volumen, junto con el también historiador Antonio Espino.
El libro describe una feroz batalla naval entre galeras genovesas, a las órdenes de la Corona española, y galeotas corsarias de origen turco. El enfrentamiento tuvo lugar en junio de 1607, junto al islote de s’Espardell, y acabó costando la vida a más de un centenar de tripulantes, la mayoría de ellos cautivos cristianos. Se trata de un acontecimiento que era desconocido por el gran público y buena parte de los historiadores ibicencos, hasta que se ha publicado este libro.
El historiador Antoni Ferrer Abárzuza descubrió por casualidad este suceso rebuscando textos antiguos sobre la historia de Ibiza en Internet. Así dio con un volumen escrito por Gaspar Escolano, cronista oficial de Reino de Valencia, que se publicó en 1611. En él, se describía de forma minuciosa esta batalla, que tuvo su origen en la bahía de Portmany, con la aparición de dos galeotas y una fragata turcas tras el islote de sa Conillera. Fueron avistadas por vigías ibicencos y luego se trasladaron a s’Espalmador, refugio habitual de corsarios durante la época de razias. Unos días después de la aparición, las dos galeotas se acercaron a la costa ibicenca, dejando la fragata en el islote, con la bandera de parlamentar, algo que indica que ya entonces existían protocolos y formas de entablar comunicación entre enemigos, también en aguas de Ibiza.
En paralelo, una escuadra de catorce galeras genovesas, al mando del Duque de Tursi, que en aquellos tiempos estaban al servicio de la Corona española, tuvieron que refugiarse en la bahía de Portmany cuando navegaban con rumbo a Cartagena, a causa de un fuerte temporal. La noticia enseguida llegó a oídos del gobernador de Ibiza, Alonso de Sanoguera. Éste era de origen valenciano y hermano de Fernando de Sanoguera, que ocupó el mismo cargo antes que él, como indica la inscripción en piedra que corona el Portal de ses Taules, en la fortaleza de la capital. Decidió pedir a los genoveses que acudieran a atacar a los corsarios turcos y dilató las negociaciones todo lo que pudo para darles tiempo a llegar.
Cuando los corsarios pedían parlamentar, existía un lugar donde se llevaban a cabo las negociaciones, situado entre La Xanga y es Cavallet. Hoy se denomina Cala Recuita pero entonces era conocido como Cala Corsa o Cursa, en referencia a una presencia constante de corsarios extranjeros en su litoral. La ventaja que ofrecía este lugar es que las embarcaciones quedaban protegidas por los acantilados que lo envuelven, a salvo de los cañones de las torres de defensa, con la posibilidad de vigilar desde el cabo que cierra el lugar las murallas de Ibiza y la entrada a su puerto, pudiendo además salir veloces hacia s’Espalmador y Formentera si fuera menester.
De las 14 goletas, partieron solo siete porque llevaban pocos soldados y además se embarcaron algunos residentes en la bahía para ayudarles en el intento de atrapar a los turcos. El gobernador les envío tropas, pero no llegaron a tiempo y tampoco pudieron embarcarlas por la costa, camino al Este, a causa del mal tiempo.
Cuando llegaron, las galeotas salieron huyendo hacia s’Espardell. La galera capitana del duque de Tursi embistió a la más pequeña, hundiéndola. Se fue a pique con un centenar de esclavos cristianos, que servían como remeros, encadenados a los bancos. La otra galeota y la fragata que aguardaba a lo lejos lograron escapar y nunca más se supo del cautivo ibicenco por el que se había iniciado la negociación. También fallecieron algunos tripulantes de la galera capitana y fueron capturados docenas de corsarios turcos, que se arrojaron al mar durante el hundimiento.
Ferrer Abárzuza no solo explicó con todo detalle estos acontecimientos, sino que profundizó en este protocolo de rescate de cautivos, que empleaba el gobernador de Ibiza y que sus enemigos también conocían y utilizaban.
Por su parte, Marcus Heinrich Hermanns profundizó en la importancia de la bahía de Portmany como refugio en aquella época, aportando otros ejemplos de escuadras navales importantes que buscaron el abrigo de Sant Antoni para hacer escala en sus viajes, rellenar la bodega con agua dulce o ponerse a salvo de las tormentas.
Hermanns, asimismo, ofreció múltiples detalles sobre la estructura de estas embarcaciones, que compaginaban la vela con los remos, de qué manera estaban artilladas y su relación con múltiples pecios y yacimientos arqueológicos submarinos de la isla. Incluso aludió a unos falconetes hallados en s’Espardell, en la zona donde ocurrió esta batalla, según la crónica de principios del siglo XVII de Gaspar Escolano, que podrían haber pertenecido a la galeota hundida.
Por su parte, Antoni Tur Torres explicó la importancia de las salinas como polo de atracción del corsarismo turco y berberisco, ya que la producción de sal garantizaba un tráfico de entre 50 y 150 naves en la temporada en que se cargaba el mineral y además una gran parte de la población ibicenca se concentraba a trabajar en los estanques.
Fue, sin duda, una conferencia interesantísima, que reveló innumerables aspectos de la historia naval ibicenca que el público desconocía.
Sobre los conferenciantes
Antoni Ferrer Abárzuza nació en Ibiza en 1970, es licenciado en Historia por la Universidad de Barcelona y se doctoró con la tesis ‘Captius o esclaus a Eivissa, segles XIII-XVI’, que obtuvo el premio extraordinario en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesor asociado de historia medieval en esta universidad y actualmente es técnico de patrimonio del Consell Insular de Formentera. Ha publicado numerosos libros y artículos sobre historia y arqueología.
Marcus Heinrich Hermanns nació en Mönchengladbach, Alemania, en 1973, aunque de niño vino a vivir a Ibiza. Es licenciado en Arqueología, Prehistoria e Historia Antigua por la Universidad de Colonia, donde también se doctoró en Arqueología. Ha sido profesor asociado en diversas universidades alemanas, trabajó como investigador para el departamento en Madrid del Instituto Alemán de Arqueología y también ha impartido clases en nuestro país. Además, es buzo profesional, instructor de buceo científico y ha ganado el Premio Vuit d’Agost del Consell Insular en dos ocasiones, por sus trabajos sobre el patrimonio arqueológico submarino y el patrimonio minero en las islas pitiusas.
Antoni Tur Torres nació en Ibiza en 1975 y es licenciado en Historia por la Universitat de les Illes Balears. Ha publicado distintos libros y estudios sobre la historia moderna y contemporánea de Ibiza y está considerado un experto en la industria salinera. Su obra ha sido galardonada con el Premi de Recerca Josep Ricart i Giralt, concedido por el Museu Marítim de Barcelona.