El Club Nàutic Sant Antoni ha prestado apoyo logístico para el lanzamiento de un glider del Sistema de Observación Costero de las Illes Balears (SOCIB), que tuvo lugar ayer en la bahía de Portmany. Un glider es un pequeño submarino no tripulado, de unos dos metros de largo y 50 kilos de peso, que se utiliza para observar los mares y océanos. Los científicos lo lanzan al agua y el glider, a través de sus sensores, va tomando datos interesantes sobre la temperatura, la cantidad de sal, el oxígeno, etcétera.
Para su puesta en marcha, dos técnicos del SOCIB se desplazaron de Palma a Ibiza y utilizaron las instalaciones del Área Deportiva de Es Nàutic, donde realizaron los ajustes necesarios al minisubmarino y lo embarcaron, para después soltarlo en el mar. Este aparato se dedicará a muestrear el canal Ibiza-Denia durante unos tres meses.
Este pequeño vehículo controlado a distancia está equipado con un pistón que, para sumergirse, lo llena de agua de mar. Cuando quiere regresar a la superficie, el pistón expulsa el agua, llenándose de aire. Gracias a sus sensores, capta datos que se transmiten en tiempo real vía satélite. Miden variables físicas, como la cantidad de sal que hay en el mar y la temperatura, lo que permite evaluar los cambios de densidad en el agua, que es algo que influye en las corrientes marinas.
También captura datos bioquímicos, como los niveles de oxígeno y de clorofila, que son vitales para los ecosistemas marinos. El oxígeno es lo que necesitan la mayoría de animales y plantas para sobrevivir y la clorofila permite determinar la cantidad de fitoplancton que hay en el agua, del que se alimentan multitud de animales marinos.
El glider, en definitiva, recopila datos que hacen posible predecir lo que va a ocurrir en el océano, de la misma forma que, en tierra, los satélites y demás tecnología nos dejan conocer de antemano el tiempo atmosférico que hará. Son muy útiles para conocer cómo se mueven las corrientes, los remolinos, etcétera.
Si, por ejemplo, se produjera un vertido de petróleo en el mar, los datos capturados por el glider pueden hacer que sepamos hacia donde se moverá la mancha y así desplegar la infraestructura necesaria para contenerla. También revela como evoluciona el mar debido al cambio climático o de qué manera los temporales afectan al ecosistema marino. En el futuro, dispondrán de sensores más avanzados para medir nitritos, nitratos, pH, alcalinidad, etcétera, algo que también ayudará a mejorar el cuidado de las Áreas Marinas Protegidas.
Existe un portal de Internet llamado Follow the Glider, que permite hacer el seguimiento de los mini submarinos que el SOCIB tiene en el mar balear. Esta herramienta muestra su trayectoria en tiempo casi-real, así como el recorrido y los datos recabados en las distintas misiones llevadas a cabo.
El SOCIB, que dirige el físico oceanográfico Joaquín Tintoré Subirana, está gestionado por un consorcio financiado a partes iguales por la Administración General del Estado y el Govern balear y está operativo desde 2013. Posee una red de infraestructuras y plataformas marinas de observación integradas y abiertas a la colaboración internacional. Trabaja en la observación de los océanos y las costas, con elementos que transmiten datos constantemente, como boyas fijas o de deriva, satélites, submarinos autónomos, radares HF, buques y perfiladores ARGO, entre otros.