En revistas y ranking de Internet, Platges de Comte figura entre las playas más bellas y paradisíacas del mundo. Hay tres razones para ello: el intenso color turquesa y la transparencia del mar, la extraordinaria puesta de sol y un horizonte plagado de islotes, algunos muy cerca de la orilla, como s’Illa des Bosc, sa Conillera y s’Espartar.
Cuenta con varios arenales frente a los que fondear y zambullirse. La primera orilla, comenzando por la parte sur, se llama es Racó d’en Xic. Antaño era nudista y cuenta con un kiosco de temporada que se llena al atardecer. A continuación, los dos tramos de playa más extensos, interrumpidos por un promontorio rocoso sobre el que se asienta un beach club. Más al norte, en la zona denominada ses Roques Males, el embarcadero donde atracan las barcas de línea que proceden de Sant Antoni, con una amplia zona de baño y otros dos restaurantes de cocina marinera en el entorno. Más al norte, ya bajo los acantilados, una zona con casetas varadero.