Ayer por la noche se celebró en la carpa del 50 aniversario la conferencia titulada ‘La bahía de Portmany, La perspectiva arqueológica’, a cargo del arqueólogo especializado en yacimientos submarinos Marcus Heinrich Hermanns, que, entre otras cosas, explicó la importancia del entorno del puerto de Sant Antoni como enclave estratégico para el comercio marítimo en la antigüedad.
Marcus inició su intervención con una minuciosa introducción acerca de la toponimia de la bahía y sus dimensiones en tiempos pretéritos, cuando alcanzaba el interior del llano que envuelve el pueblo de Sant Antoni y el Camí de sa Vorera. Luego, asimismo, explicó sus principales puntos de fondeo en la antigüedad, que además estaban relacionados con los manantiales de agua dulce que proveían a las embarcaciones que transitaban por esta zona del Mediterráneo.
Cabe recordar que en tiempos fenicios y romanos, para mayor seguridad, se navegaba costeando y tratando de no perder tierra de vista, y Sant Antoni era un enclave desde el que se divisaba la costa de Denia y otras zonas del litoral levantino. Ibiza, en este sentido, era muy valiosa para hacer escala y además ofrecía puertos tan seguros como la bahía de Eivissa y la de Portmany. Pero la isla, además, ejercía como centro productor y distribuidor.
El arqueólogo también explicó los principales hallazgos y revelaciones que han proporcionado yacimientos cercanos a la costa como el hipogeo de Can Jurat, la necrópolis rural romana de Can Frit o la bizantina de Can Prats, y subrayó las coincidencias con el topónimo de origen romano Portus Magnus, que también existe en enclaves de Almería, Galicia, Reino Unido o Argelia.
Respecto a los pecios del entorno de la bahía de Portmany, Marcus destacó la importancia de los de Grum de Sal, Cap Negret y Cala Rotja, así como los diversos hallazgos en fondeaderos. En estos lugares han aparecido restos de embarcaciones, ánforas y hasta un sello ligneo de épocas como la tardopúnica y la romana. También se han hallado yacimientos más recientes, como el de ses Bledes, de época califal, donde incluso apareció un valioso candelabro del siglo X. Todos estos elementos subrayan la importancia de la costa de poniente de Ibiza como enclave estratégico de navegación y aprovisionamiento.
El doctor en Arqueología consideró especialmente importante el pecio del Grum de Sal (90-120 a. C.), en sa Conillera, que entre otras cosas reveló que las embarcaciones que navegaban podrían llegar a tener más de un siglo o incluso por encima del siglo y medio de antigüedad. El Grum de Sal, asimismo, se considera un lugar destacado para la historiografía arqueológica de España, al ser uno de los primeros en estudiarse con la metodología arqueológica que luego se adoptaría de forma generalizada.
Sobre el pecio del Cap Negret, aunque se hayan encontrado distintos objetos, como docenas de ánforas y el citado sello ligneo, entre otros, recordó que lamentablemente todavía no está localizado. En Sant Antoni, asimismo, se han localizados restos arqueológicos en fondeaderos del interior de la bahía, como anclas de almirantazgo y trozos de cerámica.
Doctor en Arqueología por la Universidad de Colonia
Marcus Heinrich Hermanns nació en Mönchengladbach (Alemania), en 1973, aunque se crio en Ibiza, donde estudió en el colegio público l’Urgell, de Sant Josep. Es investigador y docente, realiza labores de gestión cultural sobre todo en el ámbito del patrimonio arqueológico y arquitectónico y se licenció en Arqueología clásica, Prehistoria e Historia Antigua por la Universidad de Colonia, en el año 2000. Tres años más tarde, además, se doctoró en Arqueología por esta misma universidad.
Ha sido investigador asociado, entre otros, del Instituto Arqueológico Alemán, dentro del departamento de Roma. Entre 2011 y 2016 trabajó como investigador contratado en el departamento de Madrid de esta misma institución. También ha ejercido como profesor asociado en diversas universidades alemanas y ha impartido clases en Alemania y España. Es buzo profesional, instructor de buceo científico y miembro de la junta directiva de la Comisión Nacional de Buceo Científico del Estado alemán.
Su campo de investigación es la economía en la antigüedad, realizando varios proyectos, entre los que destacan la carta arqueológica submarina de Ibiza, por encargo del Consell Insular d’Eivissa y con el apoyo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), de la Guardia Civil, así como el proyecto arqueológico-minero del Puig de s’Argentera, en Sant Carles de Peralta. Ha trabajado, asimismo, en multitud de yacimientos arqueológicos submarinos en Ibiza y otros lugares del mundo.